Simplemente Estas Distraído

En este momento estamos siendo guiados hacia un mayor nivel de conciencia. Estamos hace tiempo atravesando un portal que nos eleva cada vez más como seres espirituales y es por esa razón que buscamos respuestas a lo que sentimos. Una mayor vibración, un estado más elevado de las cosas.
Sin embargo, gran parte del tiempo decidimos no prestar atención a eso que sentimos o que de una extraña manera nos llama. Nos ocupamos más del día a día, nos concentramos en lo que hacemos como humanos: trabajar, sobrevivir, criticar, juzgar y condenar. Y si a eso le sumamos lo que hacemos durante el día con las redes sociales, con el celular y la televisión, sin lugar a dudas estamos distraídos de lo que es realmente importante. 
La fuente, el Universo, el amor infinito, nos esta llamando y nosotros nos encontramos muy ocupados revisando el celular. Cuando después preguntamos por qué sentimos a veces esa sensación de vacío, esa soledad o ese frío en el corazón, es simplemente porque aunque estamos pidiendo ayuda, estamos muy distraídos para recibirla y estamos desconectados de nuestra espiritualidad.
Estamos siendo llamados para que nos elevemos como seres espirituales que somos. Estamos siendo llamados porque es nuestro momento de alzar el vuelo y emprender el viaje hacia nuestro ser interior. Es la reconexión con lo que verdaderamente somos. Nuestro reencuentro con el alma y con la Fuente.
Pero estamos distraídos. Nos encontramos con nuestras acciones alejándonos de ese llamado. Buscamos excusas para desatender lo que nos están queriendo decir. Que es el momento. Es el momento de prestar atención. Es el momento de aceptar el reto y reencontrarnos a nosotros mismos.
Para esto, la meditación es fundamental. Sin quererlo o a veces sin darnos cuenta, estamos rompiendo patrones, trabajando en otros planos. Y necesitamos tener el espacio y la disposición para continuar y profundizar nuestra tarea principal aquí en la tierra. Avanzar en nuestro crecimiento espiritual. La meditación nos ayuda a estar centrados y disminuir la carga y el estrés que nos agobia y que hace que a veces tengamos que distraernos de nuestra espiritualidad pues no queremos pensar en lo que nos afecta. La meditación es la mejor manera de aliviar las cargas, de soltar el peso extra. Meditar puede ser simplemente cantar o bailar, conectarnos con eso que nos da alegría y que nos libera de lo cotidiano. Meditar puede ser concentrar la mente en el ritmo de la respiración, para estando atentos y poder escuchar a Dios. Estar atentos a la respuesta que tiene para nosotros el Universo y encontrar en esos momentos de quietud, la paz que nos ayuda a elevarnos a nuestro mayor ideal.
Los invito a que dediquemos 5 o 10 minutos para disminuir el ruido en la cabeza a través de la meditación, buscando la paz interior.  Así se iniciará el camino de reconexión que nos acercará a nuestra divinidad interior. En esos momentos nos sentimos plenos. Sentimos esa conexión con Dios y con el amor infinito, hasta ser capaces de fundirnos en uno con Dios.
 
Felipe Constaín Uscátegui
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